En la cuestión de producir grandes hombres y mujeres de estado, la diferencia entre México y otros países es notable. En Chile, Lagos y Bachelet gozan de una reputación bien ganada como presidentes responsables. En Brasil, Cardoso y especialmente Lula tienen la fama de ser figuras transformacionales, y este último se ha convertido en la estrella más brillante en la política mundial. En Estados Unidos, desde la época de Cárdenas, hay por lo menos tres presidentes típicamente etiquetados como grandes éxitos: Roosevelt, Truman, y Reagan. Hay varios otros, de Eisenhower a Clinton, que disfrutan de una buena reputación. Los fracasos —Bush Jr., Nixon, Carter, y Johnson, aunque solamente en asuntos de política extranjera con éste último— son relativamente pocos.
Se puede culpar a muchos factores por esta ausencia de presidentes mexicanos favorablemente vistos. Creo que la falta de reelección ha tenido un impacto; un presidente que sirve por seis años tiene relativamente poco tiempo para implementar reformas y dejar su huella. Más aún, el PRI fue un partido llevado en gran medida por intereses mezquinos, no por el interés nacional ni mucho menos el interés del pueblo. Los incentivos que guiaban a los priístas más exitosos eran muy distintos de las necesidades del país, por lo cual el sistema producía hombres de segunda en el puesto más importante. De ahí, una serie de presidentes desastrosos como Díaz Ordaz, Echeverría, y López Portillo, y un electorado poco dispuesto a ver grandeza en sus lideres.
Wednesday, March 28, 2012
Views on Mexico's Presidents
Here's a new post on Zedillo and why Mexico doesn't produce great presidents. Highlights:
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