- La atomización tiene muchas rutas: con este, serían ya dos los ejemplos notorios de escisiones en grupos criminales, que no tienen como prólogo inmediato la captura o abatimiento de un capo de primer nivel. El ejemplo anterior es, por supuesto, la ruptura entre el Cártel del Golfo y los Zetas en enero de 2010 (salvo que se quiera contar como causa de ese hecho la captura de Osiel Cárdenas siete años antes, pero me parece que eso sería jalar la cuerda de más). Esto significa que, si bien la política de decapitación puede producir una atomización de las bandas delictivas, claramente no es la única causa que puede provocar divisiones violentas. Esto debería provocar una revisión de las teorías que ubican a la decapitación como motor principal de la violencia: no es que estén mal en sí mismas, pero probablemente no sean suficientes para explicar las complejas realidades del submundo criminal.
- El tamaño eficiente de las bandas criminales es (tal vez) más pequeño de lo que pensábamos: los Zetas han estado en fase expansiva desde hace algunos años. Es posible que el crecimiento acelerado los haya llevado a toparse con pared: la mayor notoriedad probablemente les generó más presión externa, produciéndole con ello dificultades crecientes al liderazgo para mantener el comando y control sobre la estructura de la organización (las mantas con mensajes cruzados tras la matanza de Cadereyta parecerían una señal de ese efecto). Asimismo, no es imposible que se haya relajado la disciplina interna, multiplicando las traiciones y delaciones. Si en efecto se dieron esos fenómenos, no es extraño que se haya producido una ruptura en el primer nivel. Pero, de ser el caso, podría tal vez existir un techo a la expansión de los grupos criminales: pasado cierto umbral, tal vez sea inmanejable una organización delictiva (al menos en el contexto mexicano), volviendo inevitables los conflictos y las escisiones.
- No es lo mismo extracción de rentas que tráfico ilícito: una de las características principales de los Zetas es que, según se sabe, dependen mucho más de la extracción de rentas (el robo, el secuestro, la extorsión) que sus rivales de Sinaloa. Ese hecho podría generar juegos de suma cero dentro de la organización: la renta que captura uno de los líderes es renta que pierde el otro (si la gente del 40 extorsiona un negocio, ese negocio ya no le puede generar ingresos al Lazca). En cambio, es posible que el tráfico ilícito se preste más a juegos de suma positiva: todos pueden ganar con un mismo embarque de drogas (uno porque la produce y otro porque la contrabandea). En ese sentido, es posible que las organizaciones traficantes tiendan a ser más estables que las organizaciones extractivas. Nótese que esto es especulación, pero creo que es una línea de investigación sobre la cual valdría la pena profundizar.
Thursday, August 2, 2012
On the Zetas' Future
Alejandro Hope had a post on the rumors of a split between the two principal Zetas bosses earlier this week, which is, as always, worth your time. Highlights:
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